En realidad la comunidad la forma en torno a la treinta de hermanas y nuestro día a día transcurre entre el trabajo y la oración haciendo honor al lema benedictino “Ora et Labora”.
En la oración seguimos los ciclos litúrgicos y la Liturgia de las Horas. Su ritmo nos ayuda a adentrarnos, más y más, en el misterio y seguimiento de Cristo. En la paz del entorno de Montserrat, y siguiendo el ritmo de la naturaleza, aprendemos a vivir a fondo el Evangelio estando abiertas a los latidos del mundo.
Con el trabajo de nuestras manos nos ganamos la vida a través de la belleza de la cerámica, de los cirios decorados, de las postales... pero también nos la ganamos a partir de la reflexión y el pensamiento, ofreciendo formación con diferentes cursos de teología, de crecimiento personal, retiros... Para nosotros, además, la hospedería del monasterio es una parte importante de nuestro trabajo. Por eso, queremos vivir abiertas a todo el que llame a nuestra puerta, acogiendo y compartiendo su búsqueda de fe y de vida, ofreciéndoles espacios enriquecedores de estancia.
Nuestro deseo es vivir el amor sin límites de Cristo, quedando bien arraigadas en nuestra tierra y construyendo un mundo mejor. ¡El Reino de Dios ya está entre nosotros y dentro de nosotros!